THOMAS A. DORSEY
Saludos y bienvenidos a una nueva etapa de nuestro viaje personal a través de todos aquellos artistas y compositores que de una forma u otra influyeron en la carrera musical de Elvis Presley. Para esta ocasión os propongo un pequeño ejercicio de introspección hacia una época en la que el propio Elvis, paseando por las calles de su Tupelo natal, probablemente escuchó por primera vez la música que de verdad le llenaría el corazón y le reconfortaría el alma. Sumerjámonos pues en las cenagosas aguas del blues y del gospel más profundo de principios del siglo XX y disfrutemos de aquellos sonidos que emitían los viejos receptores de radio invitando a soñar. Ídolos que forjarían la base de la música popular del presente con existencias dignas de película como la del personaje que hoy nos ocupa.
Apuntes biográficos
Thomas Andrew Dorsey nació el 1 de julio de 1899 en la localidad de Villa Rica (Georgia). Fruto de la unión entre un ministro anabaptista y una organista, rápidamente se aficionó a las teclas y a las canciones de iglesia aprendiendo a tocar de oído, escuchando a pianistas de su ciudad y actuando en reuniones nocturnas y locales de cenas. Con 19 años se trasladó a Gary (Indiana) donde forjaría su estilo, cimentado en el blues tradicional aunque con pinceladas del "music hall". Poco después, formó grupo con el mismísimo Tampa Red con el que publicaría su primer gran éxito, "Tight like that". A pesar de su formación básicamente religiosa, el mundo y los placeres asociados acabarían tentándolo y en los años '20 se casó con Nettie Harper, encargada de vestuario de la cantante de blues, "Ma" Rainey a la que acabaría acompañando en decenas de grabaciones. Durante esa época viajó por todo el país dejando constancia de su talento llegando a escribir más de 300 composiciones del género. Sin embargo, una tragedia personal le hizo abandonar la vertiente pagana para centrarse de nuevo en la música religiosa. Su esposa falleció en 1932 al dar a luz a su primer hijo. En su recuerdo, Dorsey compondría una de sus creaciones más universales, "Take my hand, Precious Lord".
A pesar de todo, jamás renunció a sus orígenes y años más tarde con la perspectiva del tiempo tenía una visión un poco más conciliadora de todo el asunto. En sus propias palabras, la música del Señor y la del Diablo iban muchas veces de la mano: "Hay blues quejumbrosos que se utilizan en los espirituales y hay espirituales quejumbrosos que se utilizan en el blues".
Con todo su bagaje, a principios de los '30 Thomas A. Dorsey se convirtió a la secta baptista peregrina y como decíamos abandonó el blues para centrarse de lleno en el gospel. Descontento con su discográfica y el trato que recibía formó su propia empresa, "Dorsey House of Music", creó su coro del que era miembro activo y se convirtió en el primer presidente del "National Convention of Gospel Choirs".
Una vez consolidada su poderosa base organizativa se dedicó de nuevo a transmitir su música por todo el territorio nacional en una maniobra de marketing avanzada a su tiempo. Vendía las partituras de sus composiciones a cinco centavos cada una, mucho más baratas que los discos de 78 r.p.m y sus melodías inspiraron a toda una generación de cantantes a los que les gustaban sus letras cercanas así como su combinación de himnos y ritmos originarios de la música popular.
En plena Gran Depresión, el público encontraba esperanza en los mensajes de Dorsey aunque no todas las iglesias entonces lo consideraran apropiado.
En 1937 escribió "Peace in the valley" para Mahalia Jackson que rápidamente la convirtió en todo un estándar del género. Posteriormente, Guy Lombardo conseguiría también un enorme éxito con "My desire" y poco después sería Red Foley el primero de muchos cantantes de country en registrar su particular lectura del mencionado "Peace in the valley". Sin ánimo de aventurarme en hipotéticas elucubraciones, la versión de Foley fue posiblemente la primera que escuchó Elvis en su adolescencia ya que en el momento de su publicación (1951) tenía 16 años.
Con el paso del tiempo, las canciones y la
estructura empresarial de Dorsey comportaron un cambio sustancial en la música
religiosa afroamericana que no volvería a ser igual. El llamado canto
congregacional de forma libre sería substituido progresivamente por el canto
con arreglos corales y su influencia y repercusión se extendería a la comunidad
blanca que acabaría bebiendo inevitablemente en las fuentes de su inspiración.
Roy Rogers, Johnny Cash, Tennessee Ernie Ford y el mismo Elvis Presley son tan
solo algunos nombres que certifican tan particular alianza de géneros e
intereses musicales.
En septiembre de 1981 su estado natal le rindió honores eligiéndolo miembro del "Georgia Music Hall of Fame" y un año más tarde se convirtió en el primer negro en entrar a formar parte del "Gospel Music Association's Living Hall of Fame". Para el elegante pianista y compositor, todo su trabajo había sido gracias a Dios, por Dios y para su gente.
Thomas A. Dorsey falleció el 23 de enero de 1993 en Chicago (Illinois) y es considerado por muchos como el padre de la música gospel.
Elvis, Dorsey & Gospel
La mayoría de fans y seguidores de Elvis Presley somos plenamente conscientes de la trascendencia del gospel en la existencia y carrera profesional del Rey. Las profundas creencias religiosas de su madre y la devoción que Elvis sintió siempre por ella contribuyeron a fortalecer un vínculo que se adentraría mucho más allá del ámbito estrictamente musical.
Hacer un recorrido a través de su relación con el gospel supone inevitablemente repasar su vida. Una vida que como buen sureño estuvo condicionada por la presencia de Dios y en sus últimos años aderezada también por otro tipo de misticismos fruto tal vez de las propias circunstancias personales. En el aspecto discográfico y desde el primer instante en que gozó de cierto poder de elección sobre su repertorio optó por una decisión arriesgada y valiente. En sus inicios, él se consideraba a si mismo un cantante de baladas a pesar de acabar definiendo los cimientos del rock 'n' roll. En consecuencia no es extraño que a la que pudiera dar rienda suelta a su verdadera vocación artística no lo dudara ni un instante. Aquel cambio radical en su estilo suscitó más de una duda entre los responsables de la compañía que había pagado una fuerte suma por hacerse con su talento pero el tiempo se encargaría de darle la razón ofreciendo una imagen mucho más acorde con el potencial del cantante que demostraba una versatilidad sorprendente.
En enero de 1957, Elvis cerró su participación en el show de Ed Sullivan con la interpretación del "Peace in the valley" de Thomas A. Dorsey dejando boquiabiertos a muchos televidentes incluido el titular del programa que no le profesaba precisamente excesiva devoción. Unos días más tarde, en los Radio Recorders de RCA en Hollywood se procedía a la grabación del mismo tema.
A parte del trío titular (Elvis, Scotty Moore y Bill Black), el equipo de músicos lo completaban el cada vez más habitual D.J. Fontana a la batería, el buen hacer coral de los Jordanaires en las harmonías vocales y el piano de Gordon Stoker con su particular estilo. Todos bajo la tutela y producción de Steve Sholes. El sencillo "(There'll be) Peace in the valley (for me)" fue completado a media tarde después de nueve tomas. El siguiente clásico de Dorsey, "Take my hand, Precious Lord" lo atacaron sobre las once de la noche y se convirtió en la última pieza de la jornada llena de emotividad y sentimiento.
El formato "E.P" con cuatro canciones lo completaron con dos composiciones más. La primera de ellas, "I believe", un tema con cierta inspiración pop grabado anteriormente por Roy Hamilton, todo un referente estilístico y musical para Presley. La segunda: "It is no secret (what God can do)" registrada en los mismos estudios una semana después contó con la colaboración del pianista Dudley Brooks y brindó la oportunidad al cantante de poner su voz a un clásico adorado desde su infancia.
El mini L.P fue editado en Estados Unidos el 22 de marzo de 1957 con la conocida portada de una fotografía de Elvis en blanco y negro sobre un bonito y bucólico paisaje en color de fondo. Escaló hasta el número tres en las listas de ventas y supuso el debut comercial del Rey en la música sacra. Una apuesta que tendría continuidad en formato de long play en 1960 al lanzar al mercado su primer álbum enteramente dedicado al gospel, "His hand in mine". La fórmula, como de todos es conocido, la repetiría aún dos veces más a lo largo de su trayectoria, concretamente en 1967 con la publicación de "How great thou art" y posteriormente en 1972 con "He touched me".
La pasión que Elvis Presley sentía por el gospel se prolongó durante toda su vida y jamás renunció a lo que para él eran sus raíces musicales más profundas. Seguramente se hubiera acercado al género tarde o temprano por cualquier otro camino pero la historia está de nuestra parte al reivindicar la figura de Thomas A. Dorsey como uno de los pilares fundamentales en la aproximación, difusión y popularización que el de Tupelo hizo de la música religiosa.
Abril 13
de 2012